Reseña Garland/Enríquez
En este espacio voy a hablar sobre el cuento "El remolino" de Inés Garland. La verdad que al principio creí que iba a elegir otro cuento para esta actividad, y es que no fue hasta que leí el final de este que me dí cuenta de la maravilla narrativa que acababa de procesar, y no es hasta ese momento que uno quiere recapitular los momentos claves, las elipsis, que luego dan sentido y desembocan al final de la historia. Es como si en todo el cuento no te quisieran contar mucho más a que unas vacaciones, un fin de semana que acostumbran ambas familias del relato, a unas islas que nunca se mencionan el nombre, o inclusive de donde provienen los personajes, no más allá de su punto de partida en Tigre.
La historia comienza en ese momento y laa narración mantiene una focalización interna que es llevada a cabo por Clara, una jóven de diesiseis años que, con su familia, son invitados a pasar el fin de semana a unas islas por una pareja amiga de sus padres, quienes tienen propiedad sobre las mismas. Juntos van a la isla en lancha, y la joven narra la forma en que cada personaje toma lugar en el viaje, y en la historia, ya nos caracteriza sobre cada uno, como la familia del personaje principal, que se encargan de llegar una hora más tempano , notando, más que nada por el padre, su planificación y metodismo, queriendo tener las cosas bajo contro; la madre queriendo mantener ese orden pero atendiendo a su aspecto físico; los Woods, que son matrimonio amigo, cuya llegada es bautizada por la mujer del mismo; Elisa, estruendosa, queriendo llamar la atención y demostrando cierto ímpetu hacia Clara cuando le arroja su bolsa llena de libros, es aún más notable sus ansias de que le presten interés en cualquier cosa que haga, como cuando en medio del viaje se pone a leer un libro creyendo que junto al estruendo del motor se pudiera apreciar. El último en llegar es Juan, quien completando el matrimonio, llega estelarizando el momento; saltando para aterrizar sobre la lancha cuando ésta justo estaba desprendiéndose del muelle, demostrando lo intrépido y espontáneo que podía llegar a ser, como si actuara más de lo que pensara, todo lo contario al padre de la protagonista. Todos estos modos de ver no son más que parte de la esencia de los personajes, ya que se trata de cómo los mismos actúan ante esta situación que ya es rutina, como bien explica la protagonista " Lo vi hacer ese salto un millón de veces —de chica, se me hacía un nudo en el estómago de ganas y miedo de que se cayera—", por lo que nos demuestra que hace bastante seguido que ya son partícipes de dichas salidas.
Sobre el espacio en el que se desarrolla la trama, se nos es descripta la isla comosi fuera un lugar arquetípico que reúne todas las características necesarias para ser el lugar ideal, como encapsulado en un sueño, para hacer una pausa entre las semanas monótonas y descansar de la rutina. Está todo rodeado con aroma a verano, aunque esté ambientado en primavera, lo cual tiene sentido, ya que es la estación donde salen los primeros brotes del calor, en donde comienza a florecer, al igual que la protagonista, el espacio que la encierra, es como la autora nos describe una representación visual sobre la maduración mental y sexual del mismo personaje que está atravesando la adolescencia. Debe ser que la estación del verano me hace acordar más a esta etapa, en donde se puede visualizar mejor las vacaciones y donde se encuentran localizadas las típicas historias de amor adolescentes en otras historias, cosa que claramente la autora quería manifestar, pero la primavera se anticipa a eso, son los comienzos del calor que luego mutan en el verano, de los candentes años juveniles que mutan hacia la adultez, es el momento en el que se encuentra Clara. El aura que se mantiene en el cuento es femenino y delicado, el mismo ambiente se lo describe de esa forma, las acciones de los personajes que pueden parecer lo más inverosímiles, terminan formando un significado mayor, como la presencia de las flores, su tipo, el que alguien las quiera barrer, pero que a otro personaje les gusten, el lugar donde se posicionen los mismos, sus diálogos, todo suscita y reposa a la vez que se espera un gran momento, algún punto de inflexión que es mencionado como un acto más de los que transcurren durante la estadía en la isla, ya que siempre estuvo ahí, en los detalles, en los días que pasaron, por lo tanto
A lo que respecta a la joven Clara, por más de ser la narradora, todo lo que piensa se limita al momento presente, no paricipa mucho en los diálogos con los adultos, tampoco le interesa que sepan sobre lo que opine de los mismos, es una adolescente atrapada entre gente mayor, tal vez vigilada ante los ojos de los padres, quienes la toman como alguien madura, responasable, que no es que no lo sea, simplemente que ella no les tiene esa misma estima, y esconde más de lo que creen, viviendo su juventud a expensas de todas esas estadías, creciendo y experimentado en base a la adultez ofrecida por sus padres, y que ella no rechaza.
Con una historia totalmente distinta pero similar como lo es "Años intoxicados" de Mariana Enriquez, se desarrollan varios momentos crudos y enérgicos de unos jóvenes creciendo durante la hiperinflación a fines de los ochentas, por lo que ya se agrega un contexto social mucho más profundo que el anterior cuento, Su prosa es disruptiva y hasta violenta por momentos, tal vez en lo que puedo ver es una similitud en ambas historias, por más de que estén llevadas a cabo de forma totalmente opuesta, es que las narradoras adolescentes están actuando bajo acciones prohibidas, mal vistas en la sociedad, unas más pelifrosa que otras, pero a diferencia de la de Garland, este relato deja al desnudo los malos hábitos de los personajes, sin dejar casi nada a la imaginación, por lo que viene bien leer luego de la sutileza de la narración de Clara, algo mucho más insensato como lo que cuenta la narradora de la hiatoria de Enriquez, un contraste interesante, como un destape ante los tabúes de la sociedad, y claro que en un marco de desigualdad social, mucho más explícito en el segundo cuento. Todo va pasando intensamente en escenarios marginales y desfavorables, hasta llegar a lo más bajo en un grupo de amigas que no conocen los límites y ondan en lo sádico. Es muy llevadera la lectura y se cuenta desenfrenadamente como las acciones de las protagonista que van perdiendo los rieles y una situación desenboca a algo peor.
Creo que son muy buenas historias, sin embargo la primera me ha cautivado mucho más, ya que encuentro recursos narrativos mucho más ricos, como la metáforas, aunque claro que Enríquez evade de este tipo de aspectos ya que no va con rodeos demostrando la naturaleza cruel y sin tapujos de sus personajes. Sin embargo, ambas historias valen la pena ser leídas, sobre todo "El remolino", ya que exige una releída.
Comentarios
Publicar un comentario