Génesis de una muerte
-No lo sentí, no sentí nada, sólo el grito de los pasajeros por el accidente.
-No creo que no lo hayas sentindo o al menos sería ridículo que lo digas, tanto la chica como a la bicicleta les pasó la rueda por encima.
-El vehículo es muy grande, me ocurre lo mismo con las lomas de burro, decí que siempre ando despacio, se mis límites. Yo soy franquero, cubría a alguien más, hace no más de un año me contrató la empresa de la línea 10. Este no es mi trabajo principal.
-Quiero imaginar.
-Lo que quiero decir es que no fue intencional. Cómo alguien podría ser tan hijo de puta de querer ocasionar tan feo accidente, más a una pobre chica.
-Por supuesto, nadie acá está diciendo eso, sin embargo no quita el hecho de que te mandaste una muy grande, la familia puede reaccionar...bueno, mal sería poco, depende qué tanto la peleen y, lo grave que se encuentre la piba, te pueden re joder.
-¿Se tienen noticias de su estado?
-Está en terapia intensiva, pero el primer diagnóstico se da dentro de las primeras cuarenta y ocho o setenta y dos horas. Perdió muchísima sangre.
-No sé qué hacer, si comunicarme con la familia apenas salga de acá, dudo que quieran algo de mí.
-Muy probablemente quieran lo peor para vos. No podés ni debes hacer nada, ya estás detenido. Lo mejor que puede pasarte es que te quiten la licencia, cosa que no confirmaron pero más que obvio va a pasar, como mínimo.
-Manejaba lo más tranquilo, fue el punto ciego estoy seguro, a parte la nena iba por el lado del cordón, uno nunca debe ir por ahí, tuvo que ser cuando doble en la avenida.
-Fue cuando doblaste en la avenida- dijo el hombre de traje mientras se prendía un cigarro.
-Cómo se nota que no te pasó a vos, me tendrías que ayudar más.
-Eu, decí que yo soy amigo de tu viejo y muchas veces me ayudó a zafar, muy pocos de mis colegas estarían dispuestos a ayudarte, y de qué sirve que me exalte, y a la situación no sirven más nervios, te digo las cosas como son, ahora vos cooperá portá6ndote bien y no cagarla mientras estés en cana, dale?- dijo el hombre de traje mientras lo señalaba con el índice y mantenía una mirada seria.
El joven chófer, que claramente ya había dejado de serlo, se quedó inmutado.
-Vos tranquilo, que ya debes saber cómo es, no digo que seas un loquito que ande por la vida sin tragarte las consecuencias de tus acciones de mierda, pero de que te querías independizar de tu viejo, trabajar de más para no tener que depender de él y su guita, mirá lo que pasó.
El joven que ya no era chófer y el hombre que iba a seguir de traje por cubrir casos como éste fueron interrumpidos en su charla.
-Ya pasó el tiempo, debe retirarse señor- dijo un uniformado que el jóven chofer, que ya no era chófer, iba a ver y a acostumbrarse mucho más a que al señor de traje.
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