Fotos. Rodolfo Walsh

 En esta historia, Walsh nos hace un recorrido de la relación entre dos amigos de la infancia hasta la joven adultez; Mauricio y Jacinto, que a pesar de pertenecer a dos clases sociales diferentes y perspectivas de vida opuestas, contruyen una amistad a lo largo de los años, a pesar de los momentos de distanciamiento, siempre se vuelven a reencontrar. 

El narrador de esta historia es Jacinto, por lo que es su punto de vista el cual nos va describiendo al personaje de Mauricio y su respectivo contexto de crecimiento, dejando pistas incluso de las ideologías políticas que representan cada personaje. 

La estructura del cuento está llevada a cabo de una forma particular, donde todos los componentes necesarios para entender la trama se encuentran plasmados en cada segmento que la integra, aunque se sienta que falta información sobre las situaciones que transcurren, esa es la intención del autor, sin ser explícito acerca de los hechos, deja datos al pasar la historia que a primera vista pueden percibirse inverosímiles, sin embargo, nada esta puesto por que sí y el más mínimo detalle revela aspectos totalmente significativos para el cuento y su mensaje.  Se trata de exponer el paso de los años a través de momentos específicos que son primordiales para el desarrollo de Jacinto y Mauricio, siendo enmarcados y descritos como fotografías que componen sus vidas, al estar separados y manteniendo una relación unida. Lo que se es contado puede parecer acotado por lo mismo, son situaciones determinadas que componen la historia, son fotos, documentos y cartas que tras ser un testigo Jacinto de las mismas, es quien nos las trasmite de la misma manera que él las recibe; muchas veces descontextualizadas.